1 Diciembre, 2010
El PSOE pactó con Mohamed VI acoger marroquíes a cambio de inversiones de Cataluña según un equipo de investigación de Intereconomía TV.
Un documento oficial firmado por el Parlamento de Cataluña y la Cámara de Representantes de Marruecos en junio de 2004 al que han tenido acceso parece que lo demuestra. En el acuerdo se habla, textualmente, de “sugerir aproximaciones realistas y objetivas a los problemas que deriven del problema de la inmigración y hará propuestas al objeto de promover las inversiones catalanas en Marruecos”.
En todos estos movimientos, una figura determinante es la de Mohamed Chaib, diputado del PSC, miembro fundador del Consejo Islámico de Cataluña y dirigente del Fórum Marruecos-Cataluña, una entidad religiosa que representa a unas 30 mezquitas. Aún hoy es diputado en el Parlament y, según varias informaciones ya publicadas, también forma parte de un consejo asesor de Mohamed VI.
En los últimos 10 años, Cataluña ha pasado de tener 30.000 inmigrantes musulmanes a tener más de 400.000. Hoy la población musulmana supera el 20 % en numerosas localidades de la comunidad autónoma. Marroquíes, argelinos y paquistaníes (todos gobiernos amigos de los gobiernos europeos y americano) se estructuran en torno a 201 mezquitas, 200 oratorios y 19 madrazas.
En 2001, con Jordi Pujol (CiU) al frente de la Generalitat, se inició un claro cambio de tendencia. Pujol visitó a Mohamed VI en Marruecos para iniciar un proceso de colaboración y acuerdos mutuos. Paralelamente, la llegada de inmigrantes magrebíes y argelinos aumentó en esos años. Y crecieron los problemas de integración.
“Cuando al fracaso escolar se suman altas tasas de desempleo, la frustración y la pérdida de identidad, el cóctel molotov está servido. Contra todo pronóstico, la segunda generación de inmigrantes se está integrando peor que la primera. Es más, los jóvenes musulmanes se sienten desarraigados, reivindican con más fuerza su identidad y buscan una oferta religiosa más radical”, esto indica un informe publicado por la Fundación La Caixa de Estudios Sociales, titulado La inmigración musulmana en Europa.
En 2003, el Gobierno catalán liderado por CiU abrió la primera oficina de selección y contratación de inmigrantes en Marruecos. El entonces conseller en cap y hoy candidato de los convergentes en las elecciones catalanas Artur Mas fue el encargado de inaugurar la oficina.
Esta aceptación masiva de inmigrantes provocó la llegada de imanes salafistas que han conseguido radicalizar a musulmanes moderados.
Desde 2003 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han desarticulado 10 células de Al Qaeda en Cataluña.
La Confederación Española de Policía (CEP) de Cataluña insiste en que la Ley de Extranjería les impide expulsar a los inmigrantes en situación irregular.
La mayoría de los ayuntamientos de Cataluña apuestan por la desobediencia civil a la hora de facilitar los datos de los irregulares a la Policía. Así, los agentes se ven atados de pies y manos para poder expulsar a los sin papeles.
No todo queda ahí, algunas ONGs catalanas llegan a publicar una guía de actuación para que los inmigrantes irregulares se empadronen en los ayuntamientos. Por ejemplo la ONG Bayt Al Thaqufa incluye estas frases en una guía: “Cuando una persona llega a España lo primero que debe hacer es empadronarse. Este trámite es básico para después poder justificar la fecha de entrada en el país. En ningún caso los datos que se den al empadronarse se pasan a otros organismos. Y por lo tanto no suponen ningún peligro de expulsión”.
La Junta Islámica Catalana denuncia que en los rezos de las mezquitas controladas por el Consejo Islámico de Cataluña se pide que “Alá guíe al Rey de Marruecos” y declara que el Consejo Islámico está controlado por el Gobierno marroquí.
Pero otras asociaciones relacionan y critican al Consejo Islámico de Cataluña como la única asociación reconocida por la Generalitat, donde el citado diputado del PSC, Mohamed Chaib impone sus criterios y a la vez se encuentra sometida al control religioso del monarca marroquí. Chaib, es determinante en el Gobierno saudí, y tiene la intención de implantar el integrismo religioso en toda población musulmana asentada en España. El plan diseñado consiste en controlar el movimiento asociativo musulmán y así extender el fundamentalismo wahabí. El primer paso es la creación del Consejo de Imanes de España, que se encargaría de atraer y formar en el proselitismo a los actuales imanes moderados mediante comisarios religiosos y financiación.
Y todo esto bajo el beneplácito de nuestro gobierno, no es extraño que invadan países donde supuestamente hay terrorismo islámico y luego en nuestras fronteras se les apadrine…Quien tenga neuronas sanas que las use por favor.
Envía Pedro de Cádiz
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