domingo, 23 de enero de 2011

Cuatro de cada diez hombres que asesinan a sus mujeres son inmigrantes

El grupo de expertos en violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial ha analizado en esta ocasión 45 sentencias de homicidios y/o asesinatos consumados de casos en los que los autores son hombres y mujeres.

Cuatro de cada diez autores de agresiones a mujeres son extranjeros, que han ido en aumento y, por tanto, están cada vez más sobrerrepresentados. Los autores españoles, por contra, han bajado en un porcentaje de 15,5 puntos. Las víctimas extranjeras supusieron un 32,5 por ciento frente al 67,5 por ciento de mujeres españolas, que también se han reducido.

Estas últimas matan muchísimo menos a tenor de las cifras (un 9 por ciento frente a un 91 por ciento de asesinos masculinos). «El dato es muy similar al de años anteriores; evidencia una vez más que la mayoría de víctimas mortales son mujeres que tienen o han tenido una relación de pareja con su agresor», señala la presidenta del Observatorio contra este tipo de violencia, la magistrada Inmaculada Montalbán.

Según Cruz Morcillo para ABC, la pena de prisión es la principal impuesta en todos los casos, como se ha dicho, con una media de 18 años de privación de libertad en casos de asesinato y 12 en los de homicidio. Se han incrementado además de forma generalizada las penas accesorias, salvo las de inhabilitación absoluta y la de inhabilitación para ejercer la patria potestad (esta última solo se impuso en dos ocasiones). La suspensión del régimen de visitas con los hijos solo se impuso en una ocasión y en los años en los que se lleva haciendo este estudio se acordó en una más, en 2006); es decir, que pese a que un padre o una madre mate a su pareja los jueces no le impiden seguir viendo a sus hijos.

El estudio analiza en detalle cómo matan este tipo de asesinos: casi la mitad acabaron con la vida de su pareja con un arma blanca; el 7 por ciento utilizaron un arma de fuego, el 9 por ciento mató a golpes y el resto estranguló a su víctima (a mano y a lazo) o bien la quemó viva. Las mujeres en cambio se valieron en todos los casos (cuatro) de armas blancas para asesinar.

El mito de que los asesinos de mujeres beben o se drogan se cae, como en años anteriores: únicamente en cuatro sentencias, un nueve por ciento de los casos, los jueces apreciaron la bebida o la droga como circunstancia atenuante; un porcentaje que se eleva hasta el 31 por ciento cuando el autor confesó su crimen.

Como ya es sabido buena parte de esta violencia sigue sin denunciarse. Solo en un 31 por ciento de los casos que acabaron en muerte había denuncia previa, pese a que en cuatro de cada diez la sentencia refiere que se habían producido agresiones o amenazas. Y otro dato para la reflexión: ha disminuido en 22 puntos los supuestos en los que la relación era de matrimonio con respecto a estudios anteriores. Así encontramos que en el 31 por ciento de los casos los protagonistas estaban casados mientras que en el 44 por ciento la relación era de convivencia de hecho.


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