Eloy MÉNDEZ
Daniel González, de 26 años, fue víctima de un ataque con arma blanca durante la madrugada del pasado domingo a las puertas de un pub de Fomento, donde trabaja como portero. Su agresor, un hombre de 40 años, es conocido en numerosos locales gijoneses por su conflictividad y acumula causas en su contra. Como consecuencia de la pelea, González tuvo que recibir varios puntos de sutura en un dedo y un brazo. Tras doce años de experiencia profesional en el mundo de la noche, asegura en una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA que peleas como la que acabó con el asesinato de Christian Díaz Tommasiello, ocurrido también este sábado, no son hechos aislados.
-¿Por qué se produjo la agresión de la que usted fue víctima?
-El altercado nuestro es muy sencillo de explicar. Es un chaval que nosotros conocemos por su conflictividad. Él siempre intenta entrar a varios locales y, ante la negativa, se lo suele tomar bien. Pero este sábado no se lo tomó así. Por eso, nos intentó agredir a mí y a mi compañero. Primero lo empujamos fuera del local, sin golpearlo. Él iba solo. Entonces intentó dar hasta cinco navajazos a mi compañero. Entonces yo me interpuse entre los dos y no pude hacer nada. Vi pasar por delante de mí cinco puñaladas.
-¿Cuánto tardaron en avisar a la Policía?
-Durante el rifirrafe había con nosotros dos policías nacionales, que no estaban de servicio. Nos dijeron que no nos preocupáramos porque llamaban ellos al coche patrulla. En cuanto apareció la navaja, ellos desaparecieron.
-La falta de efectivos policiales ¿es un hecho frecuente?
-El gran problema es que hasta las cuatro o las cinco de la mañana la presencia policial es muy grande en todo Fomento. Lo que ocurre es que luego deben hacer el cambio de turno y, a partir de las cinco, no hay casi control policial. Y es cuando sucede la mayoría de las desgracias. Cuando llamas a la Policía a primera hora de la noche, funcionan genial. Si es a última hora, siempre llegan cinco minutos más tarde de finalizado el problema.
-Agresiones con arma blanca como la que usted sufrió ¿son hechos puntuales?
-Para nada. Lo que le pasó a Christian o lo que me pasó a mí no son hechos puntuales. La semana pasada se apuñaló a un marroquí delante de la puerta del Cachamba. Hace tres semanas le dieron con un bate a un portero del Cachamba. Hay que decir que es el bar que más problemas da en Fomento.
-¿Tienen localizados a clientes potencialmente peligrosos?
-Lo que pasa es que los que son reincidentes en el Cachamba no entran en ese local. Entonces van a otros bares. Yo tengo 26 años y conozco a mucha gente conflictiva. Lo que ocurre es que a esta gente sudamericana y magrebí que llegó recientemente no la conocemos. Si en el Cachamba entran mil personas en un día, doscientas dan problemas. Y a esa gente es imposible tenerla localizada.
-¿Qué puede hacer un portero ante un conflicto como el que usted sufrió la pasada semana?
-Es cierto que hace años la jurisprudencia mantenía que cada uno pagaba por lo que hacía. Lo que ocurre ahora es que los porteros no podemos emplear la fuerza para reducir a nadie. Si lo haces, estás denunciado en pocas horas. Ya me pasó una vez cuando trabajaba en la Real de Oviedo. Nos agredió un chico y yo le rompí la mandíbula. Todavía lo estoy pagando.
-¿Conoce la existencia de grupos especialmente peligrosos?
-Sí, claro que los hay. Están los «Verjas», también hay otros grupos confictivos en La Calzada... Hace poco tuvimos una pelea entre gente conflictiva. Llamamos a la Policía y llegaron a los quince minutos.
-¿Es actualmente Gijón una ciudad segura para disfrutar del ocio nocturno?
-No es una opinión, es una cuestión de hechos. A mí me «pincharon» el mismo día que mataron a un chaval. Sólo hay que ver la cantidad de denuncias que se ponen en la Policía Nacional todos los domingos a partir de las siete de la mañana. Yo he denunciado a varios personajes que siguen pasando por delante de la puerta para insultarme, por poner un ejemplo. Nosotros, los porteros, somos controladores. Luego una de nuestras funciones básicas es llamar a la Policía. Si yo llamo a la Policía y tengo que esperar siete minutos al teléfono para contactar con alguien... es imposible parar a un grupo de tíos pegándose a la puerta del bar. La seguridad policial que hay en Gijón es muy pobre.
-¿Es más peligrosa la zona de Fomento que otras zonas de la ciudad?
-Depende de qué zonas de Fomento. Hay zonas más conflictivas y menos conflictivas dentro de Fomento. El Cachamba es el bar más conflictivo, sin duda. Pero más que bares, el problema está en los sudamericanos y magrebíes. No es xenofobia, son hechos. El 80% de los conflictos nocturnos en Gijón lo protagonizan latinos o magrebíes. Yo he visto a magrebíes llevarse a chicas a la playa después de haberles echado algo en la copa. Les he visto también apalear a otro chico... Y, encima, los porteros no podemos hacer nada. Tocas a alguien y te vas al Juzgado.
-¿Qué habría que cambiar en la legislación?
-Habría que tipificar a todos los porteros que hay. Y también deberían darnos un número directo con la Policía para que en cinco minutos llegue una patrulla.
-¿Hay porteros que se extralimitan en sus funciones?
-Desde luego. Hay gente que se pone la cazadora de portero y que sólo aplica una política coercitiva. Y eso no puede funcionar así.
-¿Tiene miedo?
-Sí. Yo quiero tener un halo de protección para seguir trabajando. Mucha gente que protagoniza estos conflictos va drogada, pero a la Policía el menudeo le da igual.
esta mierda tambien ha llegado a Asturias? Yo pensaba que eso era mas problema de las regiones de la costa mediterranea y Madrid. Que pena de pais... en serio
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